Roberto Alario, es Contador Público, egresado de la Universidad Nacional de Buenos Aires, profesor adjunto en la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales, profesor asociado de la Universidad John F. Kennedy, ex profesor autorizado de la Universidad de Morón y ex docente autorizado ad-honorem de la Universidad Nacional de Buenos Aires.  Miembro de la Comisión de Actuación Profesional del Contador Público en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Conferencista en temas de Auditoría, especialidad sobre la cual ha expuesto en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, en el Colegio de Graduados, en UCES y Universidad Kennedy, en jornadas y cursos para graduados. También ha escrito para las revistas “Técnica de la Contabilidad y de la Administración” y “Enfoques”.

Además, es profesor superior de guitarra y concertista, actuando regularmente para entidades sin fines de lucro y como participante activo en encuentros internacionales de guitarra clásica.

LA DECISIÓN DE LUCILA

Gumersindo y Lucila han nacido en una cabaña de la Provincia de Buenos Aires en la cual laboran sus progenitores. A los trece años él comienza a trabajar con terneros, mientras que la niña ayuda a su mamá en el puesto que dirige su padre.

Ambos se encuentran en su adolescencia y viven un fogoso romance prontamente frustrado a causa del casamiento al cual la chica está obligada por imposición paterna.

El patrón del establecimiento interviene para apartar al chico de su amada, lo cual lo inicia en un largo periplo que le lleva a vivir mil aventuras y conocer lugares y situaciones muy diferentes.

Mientras tanto, ella contrae matrimonio, pare una hijita y también emprende un viaje para visitar a su hermana, que vive con su marido en la capital del Territorio Nacional de La Pampa. Encontrará allí otro tipo de vida, la rutina de su hermana, dueña de una lujosa casa y anfitriona de comidas y fiestas, acostumbrada a lujos que Lucila no conocía. Sin embargo, en el episodio final de su recorrido debe tomar una decisión que le resulta tan dificultosa como imprevisible.

El ABC de Roberto

Entre paralelas corren y recorren las agolpadas letras, los personajes de las inacabadas hojas del diccionario registrando los pensamientos, como un libro abierto con sus características a cuestas, emerge la profundidad del pasado, las historias a contar enlazando el presente y sus rostros. Cara y cuerpo en pares de miradas elocuentes que van delineando los acontecimientos A cara o cruz, en la infinitud de los hechos acabados o inacabados en el torbellino de un paralelismo de  convivencia.

Vos: el número uno

El autor lleva de la mano a lector para decirle cómo llegar a ser un número uno y todos los atajos que toma para lograrlo. Libro consagrado. A través de los capítulos forma las ideas y estrategias para alcanzar la meta. Podría ser auto-ayuda social. 

LA OBRA MAESTRA

 

Clarisa Aranda es una chica porteña muy común, bonita sin ser llamativa, casada hace doce años y madre de una nena de diez, quien trabaja en su casa y fuera de ella y, a causa de una decisión de su marido, se ve obligada a ejercer una actividad que le es desconocida: la venta de un departamento que fuera la vivienda familiar. Por tal motivo conocerá a Tomás, agente inmobiliario dueño de una hermosa y varonil figura, seductor y bien seguro de sí mismo.

DE SALVADOR MARIA A BONPLAND

 

El transcurrir de la vida, donde dos espejos muestran momentos diferentes y así se da cita a la magia de la infancia, quizás irradiando luces sobre el alma del campo y su gente, es en Aquel lugar donde brotan las emociones. El otro espejo muestra un giroscopio de arboledas, lugares que entrelazan la adultez la madurez y las decisiones.

Trilogía. Nov3las

 

Esta TRILOGÍA comprende las siguientes novelas:

LA VIDA COMIENZA A LOS CUARENTA 

KIMOWAGTRIS 

LAS FLORES SON PARA LOS MUERTOS

La primera de ellas está narrada por su protagonista desde que tuvo uso de razón hasta llegar a octogenario, en uso de sus plenas facultades mentales, relatando mil vicisitudes hasta alcanzar los cuarenta años, edad que, según referencias que recibió durante su infancia, es la del comienzo de la vida.

Sus andanzas y las compañías que le deparó el destino merecen una lectura profunda y crítica, no soslayando la posibilidad de que el lector se vea reflejado en esas vivencias.

La segunda transcurre a lo largo de unos ciento veinte años y su final está en cierta fecha próxima, o sea que aún no ha tenido lugar. Incluye la aparición de un particular personaje que el protagonista dice ver y recibir sus pensamientos, dejando la duda sobre su existencia.

Su contenido tiene amplias incidencias psicológicas, el lector apreciará que la dependencia del relator lleve a la posibilidad de que actúe por obediencia a su mentor o que lo haga por cuenta propia. 

Por último, en la tercera, encontraremos una singular historia de amor, escrita por encargo del hombre enamorado de Clarisa, dulce y farragosa mujer. Los momentos de pasión están volcados en lenguaje crudo y atrapante.

La historia se traslada a lejanos lugares para finalizar en una situación inesperada y dolorosa.  

Mi primer día. Memorias

 

ste relato de una convalecencia gravosa y prolongada alberga, en su primera parte, la transmisión de sueños construidos durante una extensa inducción al coma.
La segunda parte se ocupa de la reclusión dentro de una clínica de rehabilitación, contando no solo el tránsito hacia la recuperación sino los sentimientos que provocan las secuelas del tratamiento en una unidad de terapia intensiva.
Son tratadas aquí las vivencias dentro de un cuarto de tres metros por siete, con las únicas compañías eventuales de enfermeros, eventualmente médicos, sin poder emitir palabra en un principio, dependiente de conexiones y confinado a causa del peligro que representa para otros internados las bacterias que atacan al recluido.
Importante es todo este tránsito que se ve obligado a cumplir para lograr el alta tan ansiada, pero también resulta sustancial el análisis de esos sueños, aquellos que se leen al principio y pueden representar aspiraciones, anhelos y fantasías, todo lo que cualquier persona pueda llegar a interpretar.
En definitiva, si bien la lectura puede ser apasionante, el examen de esa primera parte puede constituir un estudio psicológico, una introducción dentro de la mente del paciente en su momento más vulnerable, en el letargo de la inconsciencia.
Resiliencia, ansia de vivir, de superarse, de volver a formar parte de la sociedad a través del trabajo, de la docencia, del arte, cada cual lo puede llamar de la forma que quiera, lo importante es meditar, analizar, interpretar.
En definitiva, una obra para pensar.