La equilibrista que llegó del espacio

Pablo Kornblum escribe una novela distópica que muestra en todo su espectro los valores y las tensiones en sociedades que no encuentran el camino hacia el desarrollo armónico de sus pueblos. Escenarios en los cuales se conjugan la puja de intereses de los que menos tienen con los poderes fácticos, donde se entremezclan la economía, la política y el belicismo descarnado. Una secuencia histórica que pone de relieve los dilemas del amor y la pasión del individuo, la familia y la comunidad.
Con reminiscencias de George Orwell y Aldous Huxley embebidas bajo un argentinismo a flor de piel, el libro nos plantea la dificultosa búsqueda del preciso equilibrio entre libertad y equidad, entre el yo y el nosotros, entre el pequeño micromundo personal y el medioambiente que nos impacta a todos. Porque, en definitiva, no es solo el gran dilema que se le presenta a la protagonista sino que, en el fondo, simboliza la disyuntiva presente y futura de la humanidad.
Como escribió Franz Kafka: “En tu lucha contra el resto del mundo, te aconsejo que te pongas del lado del resto del mundo”.