Marta Gatti es profesora de  castellano, literatura y latín del Instituto Nacional Superior del Profesorado Joaquín V. González. También es correctora literaria de la Universidad de Belgrano. Se capacitó en periodismo en la Fundación Perfil. Trabajó como correctora en el diario La Nación y en la Editorial Perfil como correctora y periodista, en las revistas Luna, HogarHoy, Fortuna y Noticias donde continúa ejerciendo la labor de correctora y editora de la Cartelera. Desde 2012, conduce el programa de radio “Boleto para pasear” en Radio Trend Topic. En 2017 publicó Mi primo cuarto. Mi lindo Julián es su segunda novela

 

 Cuentos para leer sin barbijo

“Cuentos para leer sin barbijo” es un compendio de historias breves y una trilogía que provocarán diversas emociones que ningún barbijo debe tapar.
“El 3ero 14”, un cuento narrado en primera persona. Una vecina de un edificio declara en la comisaría qué situaciones estremecedoras se vivieron en ese departamento y qué tuvieron que soportar todos los vecinos. “El año del milenio” refleja la historia de un grupo de ex compañeras de primaria que se encuentran en un bar después de 30 años de haber terminado la escuela y todas las situaciones inesperadas que se suceden a raíz de ese encuentro. “El reseñista” narra una breve historia insólita que vive un joven que lo único que pretende es terminar de leer una novela para hacer una reseña. “El trasplante” es una historia inesperada narrada en primera persona. Una mujer recuerda la enfermedad de su esposo y cómo se desarrolla. “La casa inteligente” habla de cómo la domótica olvida que hay viejas tecnologías que no siempre son reemplazables por las novedades. “La encuesta” refleja los miedos y las fantasías de un grupo de gente frente a una extraña y redituable encuesta. “Puntos de vista” narra dos situaciones en distintas épocas que confluirán en medio de la pandemia. “Un 31 de diciembre” es la historia de una mujer que sufre haber nacido en esa fecha y jamás haber podido festejar su cumpleaños y la manera insólita que encuentra para revertir la situación. La trilogía es una historia aparte. Consta de tres cuentos: “Mientras cantábamos en los balcones”, “Nacía Ramiro Sanz”, “Pero lo salvó la SUBE”. Cada uno de esos cuentos está unido por un hilo argumental que atrapará a los lectores hasta el final.
Marta Gatti

 Mi primo cuarto

Nicanor es un personaje maltratado por su madre y sus compañeros de trabajo. No tuvo hermanos, ni primos, ni un grupo de pertenencía. Entonces busca y encuentra una prima cuarta, Elina, tan solitaria como él, tuvo una desgracia terrible a los 21 años y no ha podido madurar a su debido tiempo. Entonces cae en sus manos una inesperada herencia de un pariente lejano le brindará la oportunidad de crecer, de salir de su ostracismo. Es un coming of age pero en cincuentones. Una historia de crecimiento personal, que Gatti maneja con su pluma sagaz de periodista, mezclándola con los colores del amor. Es también una historia de los que se animan a la vida y a su descalabro.

Mi lindo Julián

Gabriela Arbeiten es una mujer de 50 años, sexualmente exigente, que frecuenta a dos amantes y ama solo a uno de ellos, se desempeña en una profesión en problemas y vive con un gato que ocupa el lugar de la voz de su conciencia. Gabriela es hiperactiva y ciclotímica y necesita resolver cosas de su pasado para poder entender su presente. Hay un tema recurrente en su vida, es el problema de la infidelidad que ella no reconoce como propia y no soporta padecer en su trato con los demás.
La mirada de los otros, la mentira, el desamor y el trabajo obsesivo y adictivo (“arbeiten” significa trabajar en alemán) son temas que rodean la historia de esta periodista rutinaria y solitaria que está sufriendo los
coletazos del fin de la era del papel y se lanza al abordaje desesperado hacia el periodismo on line, un barco que zarpa con pocos pasajeros y muchos que se meten de polizón.
Con una prosa fluida y desafiante, Mi lindo Julián es la segunda novela de Marta Gatti, que nuevamente elige el humor para contar una historia, como lo hizo con Mi primo cuarto.
“Marta escribe sin pensar en las tradiciones literarias y en la bella forma, porque su fuente es el vértigo de los “géneros bajos” y así alumbra un descubrimiento: que se puede escribir una novela que parezca una
telenovela escrita por Niní Marshall”.
                                                                                                                                                                    Daniel Guebel