La sonrisa equivoca

A partir del año 1503 Leonardo pinta la Gioconda, el cuadro adquirió con el tiempo un carácter simbólico debido a la ambigüedad manifiesta entre la mirada maternal de Lisa Gherardini que, al verla, nos acompaña desde todo ángulo, como una madre protectora y presente que observa jugar a sus hijos, pero posee una sonrisa equívoca que inquieta e interpela al que la ve.  Tiempo después en 1857 François Millet pinta “el ángelus”; Salvador Dalí rescataba de este cuadro esa violencia innegable ejercida sobre la imaginación, esa fuerza absorbente manifestada por la imagen de dos seres: un hombre y una mujer en un simbólico espacio desértico de campo, que trasciende el cuadro y compromete nuestro espíritu y nuestra razón . Dos cuadros en competencia y dos mujeres la de Millet y la de Leonardo que nos dicen cosas de nuestra humanidad

Esta novela pone en tensión esa competencia, recrea los personajes en época actual en el marco de una empresa de venta de arte para galerías y pone en juego una dinámica de modificación de roles y situaciones que acompaña al lector hasta el final.