Descripción
Diablo cosechador
Vivimos en peligro, pero los seres humanos no lo sabemos. Siempre la vida ha sido una lucha, contra los fenómenos de la Naturaleza, contra las enfermedades, contra los animales salvajes. Pero hoy, los peligros se multiplican, se expanden hasta el infinito: calentamiento global, terremotos, tsunamis, inundaciones, deslaves. Y en medio de todo este caos que provocó la pandemia del Covid, algunos hablan de la inminente llegada de seres de otros mundos. Pero otros dicen que estos seres, que no conocemos, ya estuvieron aquí. Incluso dicen que jamás se fueron. Y en nuestros relatos, estos seres vienen, con buenas intenciones unos, con malas intenciones los otros. No sabemos la verdad. Pero en el “Diablo Cosechador” vienen a estudiarnos, y las cosas resultan diferentes de lo que se pensaba. Es lo que el libro trata de contar:cómo un fenómeno tan extraño y bello como los círculos de cosecha (los famosos “crop circles”) son explicados por los personas de maneras diferentes, según la forma de pensar de cada uno. Coexisten varios pensamientos, y gracias a Dios, para el año 1678 ya no estaba permitida la quema de brujas. Pero las mentalidades no cambian, incluso no han cambiado en algunos grupos hasta ahora. Por aquellas épocas el Diablo estaba en todas partes, al acecho para llevarse las almas. Salía de los pozos, vivía en las cavernas, y podía suponerse que en todo lugar oscuro y solitario podíamos encontrarnos con el Maligno. ¡Cruz Diablo! Pero en este caso, el Diablo es otra gente, buena. Pero si fuera “mala”, a la forma del cine de Hollywood, podría invadir Buenos Aires y destruir todo lo que conocemos, como cuenta “Si la vida nos pone al borde”.Habrá que resguardarse. Puede pasar o quizá nos pase lo que le sucedió a una señora del conurbano bonaerense, que encontró un bebé y lo llevó a la casa, para enojo del marido que comenzó a llamarlo Astroboy, porque era azul. Pero este bebé cambiará sus vidas, tocará su corazón. Porque el Amor, el Cuidado y el Cariño también pueden estar en otros mundos. Lo importante es que vuelva a éste, de alguna manera. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. Puede pasar o quizá nos pase lo que le sucedió a una señora del conurbano bonaerense, que encontró un bebé y lo llevó a la casa, para enojo del marido que comenzó a llamarlo Astroboy, porque era azul. Pero este bebé cambiará sus vidas, tocará su corazón. Porque el Amor, el Cuidado y el Cariño también pueden estar en otros mundos. Lo importante es que vuelva a éste, de alguna manera. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. Puede pasar o quizá nos pase lo que le sucedió a una señora del conurbano bonaerense, que encontró un bebé y lo llevó a la casa, para enojo del marido que comenzó a llamarlo Astroboy, porque era azul. Pero este bebé cambiará sus vidas, tocará su corazón. Porque el Amor, el Cuidado y el Cariño también pueden estar en otros mundos. Lo importante es que vuelva a éste, de alguna manera. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. para enojo del marido que comenzó a llamarlo Astroboy, porque era azul. Pero este bebé cambiará sus vidas, tocará su corazón. Porque el Amor, el Cuidado y el Cariño también pueden estar en otros mundos. Lo importante es que vuelva a éste, de alguna manera. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. para enojo del marido que comenzó a llamarlo Astroboy, porque era azul. Pero este bebé cambiará sus vidas, tocará su corazón. Porque el Amor, el Cuidado y el Cariño también pueden estar en otros mundos. Lo importante es que vuelva a éste, de alguna manera. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar. Porque no sólo son los fenómenos de la Naturaleza y las enfermedades los que atacan al Homo Sapiens, especie de la que todos formamos parte. Es el mismo Hombre el que ataca al Hombre, el que inicia las guerras, el culpable de las matanzas, los robos, las agresiones. Y venga quien venga, baje de la nave quien baje, somos nosotros los que tenemos que cambiar.
Adriana Sylvia Narvaja,
periodista y docente de Quilmes, autora.